Lee Efesios 4:25-32
Continuamos con las demandas que Pablo hace expresadas en contraste. En los versículos 29 y 30 Pablo hace una comparación entre “Malas palabras Vs Buenas palabras”.
Según el versículo 29, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
RESPONDE:
· ¿Qué es lo que NO debe salir de nuestra boca?
· ¿Qué es lo que SI debe salir de nuestra boca?
· ¿Qué es lo que producen las buenas palabras?
· Si las palabras buenas edifican, ¿qué hacen las palabras malas o corrompidas?
REFLEXIONA:
· ¿Qué tipo de palabras aportarían a la edificación de la iglesia?
· ¿Hay algún contenido en las palabras que pronuncias que sea necesario suprimir? ¿Cuál?
Según el versículo 30: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”
RESPONDE:
· ¿Qué otra consecuencia se produce al pronunciar palabras malas o corrompidas con nuestra boca?
· ¿Cómo te sientes al pensar que Dios se entristece con este tipo de comportamiento?
Otra vez, este comportamiento o actitud asumida con las palabras que pronuncio no son un hecho aislado que me afecta sólo a mí, es una actitud que afecta a la iglesia como cuerpo, “los oyentes” en este texto.
REFLEXIONA:
· ¿Qué tipo de palabras dañarían la edificación de la iglesia?
· ¿Qué tipo de palabras aportarían a la edificación de la iglesia?
· ¿Hay algún contenido en las palabras que pronuncias que sea necesario suprimir? ¿Cuál?
Toma un momento para orar y pedir perdón por dañar la edificación de la iglesia con tus palabras. Toma la decisión delante de Dios de erradicar ese tipo de palabras de tu boca.
Por, Isabel Orozco