° Si tan solo me cansara de pecar, haría más la voluntad de Dios y menos lo que me sale del corazón, de mis emociones y de mis pasiones.
° Si tan solo no fuera tan egocéntrico, daría con más generosidad para la obra del Señor y los necesitados.
° Si tan solo pensara en el futuro de la generación que me sucederá, sería más enfático en la disciplina y más cuidadoso en el ejemplo que les doy.
° Si tan solo tuviera menos cuidado de mi comodidad, serviría con más resolución y con menos disculpas a Dios y a los hombres.
° Si tan solo me preocupara por cuidar mi lengua, apagaría muchos fuegos que irresponsablemente atizo.
° Si tan solo pudiera imaginar lo que proveen la Gracia y la Obediencia, disfrutaría de verdad la vida abundante prometida por el Señor.
° Si tan solo reflexionara sobre el daño que hace mi indiferencia ante la situación del país, oraría más y dejaría de quejarme tanto.
° Si tan solo pensara en las otras personas, les diría más palabras de afirmación y tendría menos disculpas para callar.
° Si tan solo sintiera la necesidad de tener comunión con Dios, le buscaría con más ahínco cada mañana cuando el sol apenas sale.
Señor, si tan solo me ayudarás a entender todo lo que estoy perdiendo, dañando y posponiendo al dejar pasar tiempos sin aferrarme a ti, no dudaría ni un instante de estar contigo todos los días.
«Al verlos pasar, la mujer pensó: «SI TAN SOLO pudiera tocar el manto de Jesús, con eso quedaría sana.» Entonces se acercó a Jesús por detrás y tocó su manto. Jesús se dio vuelta, vio a la mujer y le dijo: «Ya no te preocupes, tu confianza en Dios te ha sanado.» Y desde ese momento la mujer quedó sana»
(Mateo 9:20-22)
alvarofernandezsanchez